Puro arte


España no va bien, va requete bien. Entramos en la Unión Europea y estamos que nos salimos. Nuestro nivel cultural va por las nubes (y la economía ni os cuento) y esta sociedad adulta está gestando auténticos genios. Como tenemos mucho tiempo libre los funcionarios somos unos observadores sociales de excepción...y yo me he dado un cabezazo con este genial escultor. Un artista inigualable.

Se llama Carlos Rodríguez Méndez y ha proyectado a nivel mundial el arte español por su fascinante obra: meter durante cinco horas a 300 gallinas en una cámara acorazada del Instituto Cervantes. Iluso de semejante hazaña ayer me llamó un amigo desde Nueva York para contarme que había visto las imágenes en una tele local. Y claro, los americanos están acojonados ante semejante manifestación artística. Tiemblan, a nivel mundial, los cimientos de la cultura.

Mi aportación a esta obra maestra del arte será ofrecer al genial artista a mi conejo Lucas -en la foto-, gran amigo de las gallinas.

Regalo libros


Como no paran de llegarme mensajes fustigándome por ser funcionario, yo sigo en mi idea original de amargarle la vida al personal que piensa de esta forma. Por esta razón y especialmente dedicado a mis queridos amigos y compañeros funcionarios os voy a regalar un montón de libros. Evidentemente para que los podáis leer durante vuestra jornada laboral y en esas largas rascadas de huevos.

Encomiable es la visión del escritor Alberto Vázquez Figeroa, reconvertido a ecologista hasta el tuétano (está perdiendo todo su dinero en semejante aventura) ha decidido regalar sus novelas, comenzando por la última que está en las librerías: "Por 1000 millones". Más de 300 páginas que puedes bajarte legalmente desde su propia web o desde su muy recomendable blog.

Si os gustan grandes clásicos de la literatura y otras obras maestras existen centenares de libros libres de derechos que pueden descargarse, también gratutamente desde algunos blogs.

Ojalá el acceso a la cultura fuese siempre tan sencilla y económica.

El engaño de las palabras


Cuando el pasado viernes el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, daba a conocer los últimos datos del paro registrado en nuestro país se me pusieron los pelos de punta. Subida de hipotecas, crisis financiera, inflación, recesión, mercados internacionales convulsos…y ahora la subida del desempleo. Pero Caldera agitó su varita mágica y pronunció el hechizo: “es coyuntural”. Y entonces caí de un éxtasis relajante al suelo. ¡Haberlo dicho antes! Volvió a latirme el corazón, recobré el color y víctima de la euforia bajé a la calle y me puse a regalar abrazos por doquier(que ahora está muy de moda).
La expresión de Caldera esconde un sesudo análisis de los expertos en comunicación para emplear palabras que dulcifiquen cosas negativas. Es una manipulación de la lengua en toda regla que nos tragamos los mortales, que asimilamos y que finalmente aceptamos. Dicho de otra forma más vulgar pero realmente gráfica: nos la meten doblada y encima sonreímos.
Sobran los ejemplos. Es terrible estar en guerra, comenzarla y apoyarla, pero si es una guerra “preventiva” o “contra el terrorismo” la cosa cambia radicalmente. Siempre he creído que los militares estaban para eso pero ahora son “fuerzas de paz”. Y si en un ataque aéreo coordinado por Rompetechos mueren 38 niños y 22 mujeres no es una cagada de cojones sino “daños colaterales”. Y si la guerra iba a costar 100 gallifantes y finalmente nos cuesta un millón no se debe a que las cuentas las hicieran los hermanos Zipi y Zape sino por “ajustes presupuestarios fruto de la situación internacional” Ah, bueno, pues entonces me parece bien.
Gracias a Caldera ya tengo una palabreja nueva entre mis favoritas. A partir de ahora cuando venga un contribuyente a por sus recibos y no pueda dárselos porque el ordenador está en huelga siempre podré decirle que es un “error informático coyuntural”… y seguro que sonríe.

Lo que NO hacemos los funcionarios


A veces da la impresión de que los funcionarios somos la escoria del universo. Matamos a Manolete y los dinosaurios se extinguieron porque el funcionario de turno se equivocó en el padrón de habitantes prehistórico. Manda narices. Como somos unos vagos malos malísimos y sanguijuelas de la sociedad hoy voy a reflexionar sobre dos cosas que no hemos hecho los funcionarios:

1.- Nosotros no hemos bautizado a un contribuyente como Antonio Gilipollas Caraculo, tal y como hizo una persona de la empresa Gas Natural, que no se quedó satisfecha con la gracia y llegó a enviarle correspondencia a don Antonio. Reconozco que todos los días llegan contribuyentes con nombre y apellidos que denotan una gran crueldad por parte de sus progenitores. Y que también atiendo a muchos otros que se merecen cualquiera de los dos apellidos de don Antonio, pero nuestro tiempo no lo empleamos en estas idioteces.

2.- Tampoco ha sido ningún funcionario el que ha defraudado cinco mill millones de euros a la Societé Generale aunque debo reconocer cierta admiración por este personaje que dista mucho de ser Robin Hood tal y como estaban comentando esta mañana en algón programa de radio.

¡De todo lo demás somos culpables!

Nota: como no encuentro la foto del Sr Gilipollas os pongo la foto de un amigo.

Inspirando a Mister Bean


Si es que me lo ponen a huevo...hola amigos. Gracias por vuestros puteos, contados por decenas, al no actualizar el blog como se merece pero es que un catarro/gripe/ virus de cojones (bueno realmente de las vías respiratorias) ha provocado que la única neurona que me funciona se quede atascada en el trayecto que va de la entrepierna al cerebro. Para colmo se me ocurrió a finales del pasado año estudiar a fondo el Estatuto Básico del Empleado Público para hablar, de una vez por todas, de algo serio en este blog... pero carajo a punto estuve de cortarme las venas con un palo de golf.

Al final la actualidad me lo pone a huevo y termino dejando las cosas serias en el cajón del olvido.

Y es que hay cosas que sólo pueden pasar en España, en la república bananera deVenezuela o en las películas de Mister Bean. En la cárcel de Zuera han agredido a un funcionario de prisiones porque debido a un fallo eléctrico se abrieron las puertas del módulo de aislamiento. Imaginad la estampa. Que se olviden los presos de fugas elaboradas y meticulosas: ¡un apagón y ya somos libres!

En fin, como veo que va para largo el que algún día cuente algo realmente serio sobre la función pública aprovecho esta entrada para deciros que ya se puede acceder a este maravilloso blog simplemente pinchando www.elfuncionario.es un dominio para que pueda alcanzar la jubilación antes de los 40.

Tapita de callos a vuestra salud. Gracias por vuestra insistencia!

Algunas de las personas más influyentes del país leen este blog


Y algunas de las más imbéciles también...sólo hay que echar un vistazo a los comentarios y a algunos de los correos electrónicos que me mandan. Pero bueno, como es el primer artículo del año hoy sólo os contaré cosas alegres, bonitas y maravillosas.

Como ya cité en otra ocasión el "Señor X" es uno de los principales culpables de la puesta en marcha de este blog. Durante una oscura comida al más puro estilo de la película El Padrino "X", tras contarle mis penurias como funcionario de mierda me animó a que escribiera este blog, con mis aventuras y desventuras. Y claro, teniendo en cuentas las circunstancias, no pude resistirlo. A "X" también tenemos que agrecerle la desternillante viñeta que ha causado furor (y no precisamente vaginal) en este mismo lugar, distribuido al parecer por su mujer, también funcionaria...pues bien, a "X" le acaban de nombrar gerente de uno de los medios de comunicación más importantes e influyentes del país. Lógicamente los propietarios del prestigioso grupo de comunicación no han tenido en cuenta a la hora de tomar la decisión que "X" es lector habitual de este blog, de El Jueves y de un número indeterminado de páginas erótico-festivas.

Como todo tiene su parte negativa creo que a partir de ahora veré menos a "X", entrará menos en este blog y cambiaremos la ópera por actividades más entretenidas. A cambio es muy probable que estas páginas se llenen de publicidad del grupo de comunicación y yo contrate a varios "negros" (léase estudiantes de periodismo dispuestos a trabajar 18 horas diarias por 300 euros al mes) que enriquezcan esta páginas mientras me forro y dejo la administración pública.

¡Felicidades "X"!