Si es que nos quejamos de vicio


Sobran los ejemplos y los casos pero al leer la información del Levante-EMV ("Colapso y caos en los juzgados de Nules") he pensado inmediatamente en las aventuras que con regularidad nos cuenta el amigo "Funcionata (Vivencias en la Administración)", cuya presentación del blog no puede ser más expresiva:
"Un lisérgico viaje por los entresijos y vericuetos del cosmos administrativo, donde lo cotidiano se mezcla con el surrealismo, el frikismo y lo absurdo."

Pues eso, que he visto la foto y me recordó a todos sus capítulos, con cajas, extintores, rollos de papel higiénico y ratas. Vamos que se queja por puro vicio. Y lo mismo le sucede a estos compañeros de los juzgados de Nules (Castellón), donde se acumulan los expedientes por los suelos, cajas hasta el techo, ordenadores, rotos, pruebas del tiempo de los dinosaurios, huesos humanos en las estanterías, larvas que se comen la ropa, la comunidad de ácaros más grande de Europa y cuatro pobres guardias civiles sentados sobre los archivadores del caso Kennedy porque las sillas hace tiempo que desaparecieron abducidas o digeridas por una de las larvas...o de los dinosaurios.

Y pienso: si los políticos organizan jornadas de puertas abiertas, ¿por qué no organizan los compañeros de Nules lo mismo y convierten los juzgados en una nueva atracción turística?

El gabacho listillo


En la nueva quincena del embargo he "disfrutado" con la privilegiada visita de un gabacho la mar de listillo. Llegó indignado. ¿Cómo se nos ocurre hacerle la vida imposible a un franchute?. Pues eso, llegó cabreado. Había recibido una carta certificada en la que el ayuntamiento le reclamaba en vía ejecutiva, o sea con sus correspondientes recargos, el pago de un impuesto que la criatura no había pagado cuando le correspondía en el mes de junio del pasado año.

Y allí estaba, con su gran porte y su chulería. Jurando por la gloria de su madre y de la revolución francesa que él había pagado el recibo, y más concretamente en el mes de mayo. Carajo, se acordaba con precisión. Lo comprobé varias veces en el sistema. Nada, no aparecía pagado por ningún sitio.

Entonces le ofrecí una solución: si me traía el recibo del 2008 sellado por el banco, o sea el sellito ese de "pagado en caja", le anularíamos el recibo. Nunca ha sucedido, pagar un recibo en un banco y que el sistema no lo reconozca...pero cosas peores he visto. Entoces su cara cambió de expresión. Sacó un maletín y se puso a buscar en su interior... y me plantó el papelito en mis narices.

Era, efectivamente la carta de pago de 2008. La miré por arriba, por abajo y de perfil. Y no encontré nada...y antes de decírselo me señaló inquisitivamente con el dedo, como si me dijese algo así como; "mira chaval, so imbécil, ¿es que no ves que está aquí?". El franchute me señalaba un sello, sí un sello, concretamente el matasellos de Correos que plantamos en nuestro propio departamento y que pone "Franqueo Pagado". Y se quedó tan pancho.

Para el francés este sello demostraba que lo había pagado. Y por más que le explicaba que eso era un matasellos y que no tenía nada que ver con lo que debía traerme, ni con el pago del recibo, pues nada de nada. Le entraba por un oido y le salía por otro. Pero la cosa no terminó en este diálogo para besugos. Se levantó cabreado, muy cabreado y me dijo que vale, que perfecto, que le diera una nueva carta de pago, que prefería pagarlo de nuevo a seguir discutiendo conmigo. Ea, y se quedó tan contento.

Vergüenza ajena


Sucedió el viernes pero no es algo aislado. Con un poco de observación y mirada crítica lo podréis ver en otras ocasiones.

Me levanto con la información de Médicos Sin Fronteras. Cuando toda la atención informativa internacional pasa por el conflicto israelí/palestino esta ONG recuerda una vez más las tragedias que día a día se olvidan en los medios de comunicación. Y son muchas. Sonrío. Pienso, mientras me meto café en vena antes de ir a trabajar, que en este día los informativos dedicarán unos segundos a barbaries que pululan en este nuestro planeta sin que nadie le haga ni puñetero caso.

No me gusta que Israel ataque a Gaza. Tampoco me gusta que el grupo terrorista Hamás ponga bombas en las calles de Israel o lance misiles por doquier apoyados por Irán. Y mucho menos me gusta que la atención mundial se centre una y otra vez en lo mismo de siempre.

Pero lo peor estaba por llegar.

A primera hora de la tarde casi todas las cadenas nacionales del país, incluyendo la pública, cortaron su emisión para ofrecer en riguroso directo la rueda de prensa del presidente de un club de fútbol. A última hora del día los conflictos del planeta, la penuria de millones de personas era una mota testimonial en las parrillas de los informativos...y sentí vergüenza ajena. Una vez más me quedó claro lo que de verdad nos importa.
Foto: de MSF, es de unos refugiados haciendo cola bajo una tormenta de arena para recibir algo de comida.

Cómo insultar a un funcionario sin violar la Ley


Al perlita de mi primera entrada del año, al amigo de los funcionarios Joan Martínez Vergel, se le suman ahora el enfoque que algunos medios dan a determinadas noticias. Leo con perplejidad el titular de La Sexta: "Ya puedes insultar a los funcionarios". Ea, otro granito de arena para que los ciudadanos nos adoren y traigan enriquecedoras experiencias a nuestro trabajo diario, especialmente a quienes estamos de cara al público.

Como periodista la sentencia del Tribunal Supremo me parece de lo más acertada. El director del medio, que por cierto ya no existe, pidió disculpas públicamente e incluso llegó a intentar corregir su desvarío con otra editorial mucho más esclarecedora. Y es de agradecer este profesional gesto en un mundo, el de la prensa, en el que ya es casi imposible ver rectificaciones o correcciones si no son previo paso por los tribunales y muchísimos años después.

El problema es cómo el enfoque superficial de una noticia con el ánimo de atraer el mayor número de visitas puede llevar a la confusión. Y nada mejor que leer el artículo que en su día publicó el periódico Levante para ver la diferencia entre una buena y una mala información. Y desde luego, es imperdonable (tal y como apunta el buena amigo de Fuencionario´s Blog) no leer los argumentos del genial Sevach al respecto.

Desde luego yo no voy a permitir que me insulten y en alguna ocasión, ante la subida de tono de algún ciudadano-talibán al otro lado del teléfono le he dicho que no aceptaba la falta de respeto y que si mi padre no me gritó nunca tampoco se lo iba a consentir a un cenutrio. Cuelgo el teléfono y que le den.

Ahora toca esperar...veremos cuánto tarda en llegar algún listo que me llama vago y a posteriori me cita al Tribunal Supremo.

Joan Martínez Vergel, otro "amigo" de los funcionarios


Nada mejor para comenzar el año que escribir sobre Joan Martínez Vergel, un simpático escritor/periodista/funcionario que en los últimos días pulula en la red como uno de los mayores conocedores de los entresijos de la Administración y más concretamente un gran sabueso rastreador de funcionarios. El 2009 nos ha traido un nuevo rebrote del conflicto palestino-israelí, muchos copos de nieve,más comentarios estúpidos de algunos políticos, pilotos tocapelotas y al gran Joan Martínez Vergel, que el Periódico de Cataluña (por poner sólo un ejemplo) lo describe como "conoce por experiencia los vericuetos de la Administración. Fue funcionario durante 15 años y esta etapa le ha proporcionado material más que de sobra para escribir el libro De 8 a 3. Anécdotas de funcionarios (Editorial Styria), que presenta hoy. La obra recopila un centenar de sabrosas historietas para echarse a reír y también para echarse a temblar."

Y si, os aseguro que no he podido leer aún el libro pero sì he tenido el orgásmico placer de leer sus entrevistas y paseos por los medios de comunicación...y es realmente para echarse a temblar.

Con la primera referencia al libro me cayó francamente bien. Ya había visto libros escritos por azafatas de vuelo (TCP), enfermeras, médicos, abogados, profesores y jueces relatando sus anécdotas, y me pareció francamente interesenta el asunto...hasta que cayeron en mis manos, ante mis ojos, las primeras entrevistas del Sr. Martínez Vergel. Una lectura completa hasta el último renglón de la entrevista en El Periódico ofrece una magistral teoría (al más puro estilo Txumari Alfaro) sobre la razones que llevan a los ciudadanos a pegarnos o insultarnos, "La gente que va a solucionar un problema no sabe si llevará todos los papeles y si el funcionario estará. Eso crea ansiedad y hay gente que ataca a los funcionarios". Ea, con dos, sin complejos.

Con funcionarios como Joan sobran los enemigos. Ha nacido una estrella.


Nota 1: en la foto un funcionario ruso simula estar durmiendo la mona para detectar vehículos que exceden la velocidad permitida gracias a una microcámara y miniradar colocado entre los agujeros del calcetín. Esto es ingenieo y lo demás son tonterías.

Nota 2: pido ayuda al Funcionario´s Blog, cuyo nivel de catalán creo que alcanza el nivel C (de cojonudo), para que me traduza el siguiente comentario sobre la entrevista de Joan Martínez, también publicada en El Periódico: ""Sempre t'emmascara una paella bruta". Refrany que et poden aplicar, especialments els que et coneixem i hem treballat amb tu. Que feies per evitar el que denúncies, quen éres cap de servei i càrrec de confiança ?. Predicar amb l'exemple essent el primer "esmorzador" de l'ajuntament?. "